[IIIº medio - Ensayo]

¿Seres humanos y sociedades o rebaños y criaderos?

     Muchas veces las personas hablan del horroroso trato que reciben los rebaños de animales en los criaderos masivos, donde conviven en un espacio muy limitado y terminan completamente hacinados. De esta manera se forma una colectividad donde todos esos individuos terminan siendo iguales y con un mismo propósito de vida. 
     Seguido esto, cabe cuestionarse si este horroroso trato solo sucede con los animales en criaderos o también con nosotros, las personas. Donde la sociedad, sus conceptos y estereotipos son nuestro propio criadero. ¿Es entonces el ser humano encasillado y limitado por la sociedad? 
El ser humano está limitado por la sociedad y por sí mismo. La sociedad impone principios que encasillan y nosotros nos dejamos encuadrar. 
     La limitación y encasillamiento que impone la sociedad parte por la socialización. Este es el proceso de desarrollo del ser humano como persona, en el que absorbe lo que la sociedad dicta y lo integra a su personalidad. Es así como la sociedad impone conductas, valores, moral, ética, orden, religión y estereotipos. De esta manera, la persona se transforma en un reflejo viviente de aquello. Esto sucede con todas las personas, por lo que todas terminarían siendo la misma proyección de la sociedad. 
     A lo largo de toda nuestra vida nos vamos a ver influidos por la sociedad y su rígida manera de funcionar y formar personas. Desde incluso antes de nacer, ya se nos imponen estereotipos y metas. Por ejemplo, si una mujer está embarazada y tendrá un hijo varón, ya se le impone la idea de que este niño deberá ser independiente, trabajador, fuerte y decidido. En la siguiente cita se demuestra claramente que la manera de imponer ideales se realiza de una manera agobiante. Según Palet (2012) ‘’…, un mundo opresivo a fuerza de abundancia abundancia de palabras, de órdenes, de engaños, de información falsa e incompleta o perniciosa.’’ (p.12).
     De esta manera, la sociedad forma a individuos encasillados. Esto no permite que el ser humano desarrolle su forma abstracta de pensamiento. Es decir, limita a las personas a pensar de una determinada manera. Es una verdadera lástima que el único animal pensante, nosotros, resultemos limitados para lo que estamos hechos, pensar. 
     Una forma muy clara de explicar el encuadramiento en las personas es utilizando el ejemplo de los dibujos infantiles. Cuando un niño tiene un libro donde debe colorear espacios y se ‘’sale de la línea’’ se le dice que está mal, que los márgenes están ahí para algo y no debe traspasarlos. Es así como el pequeño aprende que debe regirse en base a ciertos ideales y que no debe ‘’salirse de las líneas’’ de estos principios. 
     En los colegios nos enseñan a pensar de una cierta manera. Todos los alumnos siguen los mismos pasos para llegar a un resultado, a una respuesta. Luego la universidad hace lo mismo. Siguiendo con el trabajo, donde los adultos se agrupan en oficinas. Cada uno frente a una computadora, restando y sumando números y leyendo largos textos. De esta manera, terminamos todos formando una sociedad sumamente homogénea. ¿Por qué? Porque se nos enseñó a ser todos iguales. A seguir los mismos procedimientos, los mismos valores y la misma moral. Estamos destinados a seguir un mismo camino, lo que termina por encasillarnos a todos bajo los parámetros sociales. 
     Retomando, la sociedad forma a individuos encasillados, relativamente iguales en su forma de pensar y actuar, regidos de acuerdo a la sociedad donde se desarrollaron como personas. Esto genera una colectividad completamente homogénea, en la cual los individuos viven para un mismo propósito: estudiar, trabajar, jubilarse y morir. Algunas personas le inventan una finalidad a su vida, como la perfección o iluminación, pero son todos inventos y objetivos superficiales. No logramos encontrarle un propósito real a nuestra vida, porque no estamos educados ni desarrollados para pensar de forma abstracta, ni fuera de los límites impuestos. 
      Luego está el encasillamiento que nosotros mismos nos hacemos, nos permitimos esto. Pero, ¿por qué nos dejamos encuadrar tan fácilmente? La respuesta a esta pregunta es muy simple. Por la estabilidad que el encasillamiento genera. 
    Los principios que impone la sociedad generan un conjunto de creencias colectivas, la cuales mueven a los individuos. De esta forma, si una persona se deja encasillar en este encuadramiento colectivo, logra obtener orden y equilibrio social. En cambio, si alguien sale de estos parámetros es mal visto por el resto de la comunidad y termina siendo excluido. 
    El ser humano es el único ser vivo que necesita sociabilizar para sobrevivir. Por lo que las personas, para ser aceptadas por otros, siguen esta forma social y se dejan encasillar. Ya que si no siguen estas normas básicas que dicta cada sociedad, serán excluidos. Analizando la siguiente cita, nos damos cuenta de que el verdadero miedo de las personas es ignorar el porqué de alguna situación. De estar apartado de algo, en este caso, estar apartado de la verdad . Según Palet (2012) ‘’…acusan de crímenes que en el fondo los tranquilizan, porque son algo conocido, algo que, aunque horrible, se puede comprender. Porque lo verdaderamente tenebroso es esa nada, esa oquedad donde debiera haber una explicación.’’ (p.10) En base a esto, se logra comprender que el ser humano nunca quiere estar en la incertidumbre, en aislamiento de algo. 
     De esta forma se entiende que al no querer estar alejados de la sociedad, nos acomodamos a ella para encajar y formar parte de ella. De esta forma, las personas nos dejamos influenciar por los estereotipos, valores y conducta que absorbimos en nuestra socialización. No queremos ser apartados sociales y para lograr eso debemos regirnos a estos parámetros. 
     Podemos concluir que los seres humanos somos encasillados por la sociedad, esta nos enseña todos sus parámetros e ideales. La sociedad nos los impone y nos regimos a ellos durante toda nuestra vida. No se nos permite salir de estos parámetros, porque si lo hacemos seremos excluidos socialmente. Por ende, como necesitamos sociabilizar con otros y no queremos estar aislados, no nos salimos de estos criterios y nos encasillamos dentro de ellos. Es así como vivimos dentro de un encuadramiento, el cual nos ofrece estabilidad social. De esta forma terminamos encuadrados en los parámetros de una rígida sociedad. 
     En la siguiente cita el autor comenta que los límites son un invento, una ilusión que crea el ser humano, que estos realmente no existen. Según Pirandello (1946) ‘’Las barreras, los límites que fijamos a nuestra conciencia, también son ilusiones, condiciones de surgimiento de nuestra individualidad relativa; pero en realidad esos límites de ningún modo existen.’’ (p.12) Lo que se dice se podría interpretar de dos formas. De que los límites si existen, la sociedad nos los impone desde que nacemos. Y también se puede interpretar por el lado de que estos límites se podrían romper. Estas barreras son imaginarias, son solo una creación de opiniones y principios colectivos. Nos limitamos solo porque dejamos que eso nos suceda. Pero si un individuo deseara cruzar estas barreras de encasillamientos sociales lo podría hacer, solo que el individuo no lo hace porque no quiere quedar socialmente apartado. 
    De tal forma todos parecemos animales en un criadero. Vivimos en sociedades sumamente homogéneas, donde no se nos permite ser distintos, pensar y hacer las cosas de otra manera. Es así como al compararnos con animales de criadero no encontramos grandes diferencias. Trabajamos en espacios sumamente reducidos, sumamente hacinados y tenemos todos un mismo propósito de vida, trabajar para luego morir.

Virginia Fröhlich

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